De la vida obtienes aquello que te atreves a pedirle
Hoy quiero comenzar haciéndote dos preguntas:
¿Amas recibir?
¿Te sientes bien recibiendo?
Porque muchas veces nos da miedo recibir.
Y si escarbamos más nos damos cuenta que no es que nos de miedo recibir, lo que en verdad nos da miedo es PEDIR.
Por eso mi frase del inicio:
De la vida obtienes aquello que te atreves a pedirle.
Tenemos que SER para PARECER y así TENER.
Vibrar en la misma frecuencia de eso que queremos, es clave para lograrloMuchas veces somos nosotros mismos quienes impedimos nuestro crecimiento.
Podrás tener miles de oportunidades para crecer, pero si no estás en esa frecuencia de abundancia jamás las verás.
Hay que ponernos en esa frecuencia de pensar en grande, actuar como esa persona que ya lo tiene y pedirlo, porque has trabajado toda tu vida para merecerlo. ¡Date cuenta!
Nosotros tenemos el poder de diseñar la vida que queremos.
Pero muchas veces tenemos tanto miedo de pensar en grande, el problema no es ese…
El problema es pensar en chico y acertar.
Veo a personas que tienen cero enla materia de abundancia y prosperidad.
¿Qué quieres de la vida?
¿Qué quieres pedirle?
Porque eso que quieres ya existe, pero ¿qué te falta para recibirlo?
¿Crees que la gente que tiene dinero y abundancia es por suerte?
¿O simplemente son personas que saben cómo ponerse en esa sintonía como una fuente inagotable de energía?
Pues déjame decirte que eso lo que sucede realmente:
No es que suerte, ni que cómo le hacen, o pensar… a ver si me llega, es entender:
¿Cómo se comportan esas personas que ya tienen eso que quiero?
¿Qué tipo de personas son?
Porque no es solamente creer que
lo mereces; la gente que cree que lo merece, sigue esperando su turno en lugar de tomarlo.
Ten claridad de lo que quieres pedir y
hazte responsable de ello con tus acciones.
Plantea tus objetivos, estrategias, ponte en esa frecuencia de recibir y 100% vendrá a tu vida.
Porque cuando tú eres consciente de que eres responsable de obtenerlo, ya no tienes a quién culpar.
Recibir es mucho más difícil que dar, de eso no me queda duda.