El ahí desaparece
A veces me encuentro con una página en blanco… y se siente ese vértigo.
¿Qué escribo?
Creo que escribir me ha salvado la vida, te lo digo de corazón, es de los mejores hábitos de mi vida.
Si me preguntas, Re, ¿por qué me escribes? La respuesta es:
Las relaciones se mantienen a base de detalles.
Por alguna razón tú y yo coincidimos… en este mundo, nada sencillo, lleno de personas, nos encontramos. Creo que vale la pena extender esta coincidencia.
Ha pasado mucho en tu vida y en la mía. Me da ternura esa persona que inicio el 2021, con muchas esperanzas y sueños… ¡como que nos cambiaron los planes!
Yo sabía que el 2021 iba a ser mi mejor año, porque sin importar las circunstancias yo iba a tomar las decisiones indicadas para lograrlo. Pero sí te puedo prometer algo, lo que quería, la persona que yo era cuando inicio este año, es muy diferente de la que te escribe hoy. Si me preguntas, ni me he dado cuenta en lo mucho que he cambiado.
Piensa por un momento:
5 cosas que querías al iniciar este año: _____________________________________
5 cosas que quieres ahora: _____________________________________
5 grandes deseos:_____________________________________
Yo creo que tú y yo no somos tan diferentes, el mundo se paró, pero tú seguiste en movimiento, y que las consecuencias de estos movimientos aún no las ves, pero eso no quiere decir que no existen.
“Cuantas cosas no vemos, pero existen”
Escribe:
5 cosas que no ves pero tienes certeza de que es real: _____________________________________
Yo creo que lo que realmente cambió este año fueron nuestras prioridades.
¿Cuáles son las tuyas actualmente? _____________________________________
En este momento estoy segura que en lo que más cambié yo es que aprendí a moverme de mis miedos… a veces pasamos días, meses, años, décadas, encantados en nuestros miedos…
Pues al menos sentimos que ya los conocemos. Nos quedamos tanto tiempo en lo conocido, en lo fácil en lo cómodo.
Salir de la rutina ¡¡Asusta!!
Te prometo, por primera vez me siento experta en romper rutinas, pero para poder hacerlo el precio que pagué por ponerme atención a mí. Darme tiempo, energía, amor… Sí… justo eso que buscamos en los demás.
Escribe:
¿Qué esperas de los que tienes cerca? _____________________________________
¿Qué de eso podrías dártelo a ti mismo? _____________________________________
Te prometo algo. Quiero que mi emprendimiento crezca y es mi objetivo, pero HOY sé que para que eso suceda antes debo de crecer yo.
Antes debo de darme tiempo a mí.
Escucharme, aunque me dé miedo lo que puedo encontrar.
Conocer tus resistencias, nombrarlas, pero sobre todo ver lo que ocultan atrás.
Yo ahora sí que no tengo idea de muchas cosas que puedan llegar a pasar en el futuro, después de la situación que vivimos, todo se volvió en contexto más incierto.
De lo único que estoy muy segura es que estás contigo hoy, mañana y siempre.
¿Te caes bien?
¿Del 1 al 10 te gustas?
¿Pasas tiempo contigo o prefieres estar con alguien más?
¿Cita, comida contigo o mejor acompañado?
¿Te das regalos, te conscientes?
De lo que sí estoy segura es que los demás te tratan o mejor o igual de lo que te tratas a ti mismo, porque cuando te tratan peor te vas… Hoy te escribo este mensaje, porque te quiero tener cerca, porque, aunque no lo creas gran parte de lo que hago también lo hago por ti, por ayudarte a no atravesar esto solo.
Vamos creciendo juntos y compartiendo el proceso.
Sin que haya verdades absolutas, “no las hay”
El emprendimiento es arte y debería de disfrutarse de tal manera.
Con metodología, con sistemas, con equipo, pero con la pasión que siga viva y te recuerde el por qué empezaste.
¿Se te acabó la energía, la motivación?
Escribe, escríbete a ti, escríbeme a mí. Porque vamos juntos…. Cada día… seguimos y vamos juntos creyendo en que se puede. Con una buena estrategia se puede.
Vino este año rápido, va a pasar volando…
Hay que tomar decisiones y recuerda, las que no las tomes tú… las tomará otra persona.
Esta frase de Julia Cameron me encanta y la guardo todos los días en mi mente.
“toma tu vida en tus manos, y algo increíble sucede”
¡No hay a quién echarle la culpa! Llegamos hasta aquí, no por lo que íbamos a encontrar, sino por la persona en la que nos íbamos a convertir al conseguirlo. Por eso me fui a New York a vivir porque más que querer conseguir algo extra en mi vida, estaba dispuesta a abrirme a la posibilidad de convertirme en una nueva y muy chingona versión de mí.
Mi lema de vida
“más importante que aquello que logras, es la persona en la que te conviertes al hacerlo”.
El arte de crear tu identidad, pero para hacerlo, hay que atreverse a destruir la pasada.
¿Interesante no?
Y créeme que vienen muchas más sorpresas para ti. Mi querido estratega, tu pasión te trajo hasta aquí… ¡qué inicie la estrategia!
Gracias por coincidir,
Regina.