Me da mucha nostalgia cada vez que alguien sale de mi vida. Algo siento dentro de mí. Pero así es la vida, nada es seguro, todo va cambiando… ¡deberíamos ya tenerlo claro y que eso no nos agarre por sorpresa!
Doy clases, muchas… veo movimiento de personas que vienen y van.
De muchas no vuelvo a saber en la vida, hay otras tantas que me dan el honor de poder estar y servirles en su vida más tiempo.
Siempre pienso en esos alumnos que alguna vez me conocieron y nunca volví a saber de ellos…
¿Les sumé en su vida?
¿Se acordarán de mí?
También yo me acuerdo de muchos profesores que me marcaron, aunque hoy no sepa nada de ellos.
Me dan tristeza los cambios pero son parte de la vida, nos encariñamos con una rutina pero esta no va a durar para siempre y tenemos que saberlo.
Si te escribo de algo que me da tristeza, siempre pienso en las personas que trabajaron conmigo y ahora ya no están (eso sí me rompe el corazón)
Uno de mis mayores miedos, es que los que hoy están, puede que algún día también se vayan y está bien, es parte de la vida.
Ojalá la vida nos diera más tiempo para disfrutar a las personas que tenemos cerca, para reír más, para platicar y conectar.
Pero estamos muy ocupados. A veces no entiendo con qué estamos tan ocupados, pero todo es en friega.
Personas vienen, personas van, cada una que se va se lleva un cachito de mi corazón (no parece porque de entrada soy muy dura, pero me encariño mucho con cada persona con la que conecto)
Junio 2021 nada va a ser igual, pero nunca lo es, cada día pasan cosas que cambian situaciones y tenemos que estar aletas, prevenidos, tan conectados con nosotros mismos que la vida no nos tire.
Si le pidiera algo a la vida, sería que me diera un ratito más para conectar con las personas, que no se las lleve tan rápido de mi vida
Pero qué injusto de mi parte decirle eso a la vida… ella me contestaría… “Re pon prioridades o paga el precio”
Pedimos lo que no pagamos
NO funciona así
La vida no funciona así.
Hoy pasan cosas buenas en mi vida, me siento súper conectada conmigo, con mi emprendimiento, con mi visión.
Creo que es posible aunque me asusta todo lo que hay por hacer.
Tengo una identidad súper marcada que me sostiene y me hace no dudar de mi camino.
Si mi reto cada día que me despierto es ser congruente con lo que predico, cada día que me levanto sigo teniendo al menos una acción que re afirme mi compromiso.
No sé qué hay al final del túnel, te juro no lo sé, pero estoy dispuesta a saltar y confiar que la red siempre aparece.