No sé qué sería de mí si no me hubiera atrevido…
Pero estoy segura que sería algo que hasta la fecha no me perdonaría, porque sería
MIEDO
Me enoja cuando la vida me dice que NO
Pero peor, cuando yo misma me digo que NO
¿Te ha pasado?
Que quieres entrar y no lo haces, pero ni siquiera tocaste la puerta.
“Haz tu sueño a un lado y éste regresará por ti”
Creo que hay decisiones que tocan a tu puerta miles de veces hasta que les pongas atención … “sí, esas repeticiones de las cuales hemos hablado tanto”
Pero no te equivoques estratega, no regresa toda la vida, si esa voz que hoy escuchas la ignoras lo suficiente, un día el “universo” deja de mandarte señales y también se rinde contigo.
También te puedes engañar y decir, en esta vida o en esta realidad que me “tocó vivir” esto no se puede
Solo no te mientas, no es la vida que te dice espera, o peor que te dice NO
Eres tú mismo, tus miedos, creencias, estas siempre se materializan
Mi gran pregunta es:
¿Por qué yo no?
¿Por qué Regina no podría?
¿Qué tienen los que sí pueden?
¿Qué tengo que hacer para convertirme en ellos?
Las jaulas están llenas de creencias
Y espero que las personas que me leen, se decepcionen muchísimo porque tocan tantas puertas y les dicen que no.
Te deseo que te llenes de frustración que ese dolor te haga moverte y encontrar otra solución.
Pero NO te deseo que tú mismo te digas que NO.
Porque el “Universo” te corresponde por asumir riesgos en su nombre.
No creo que “tener una imagen estratégica” sea el camino de todos, como tener hijos no es para todos y mil decisiones que hay por hacer.
Pero sabía que sí era la mía, porque quería:
✅ Independencia
✅ Tener voz e inspirar a los demás
✅ Encontrar a los míos
✅ Proyectar credibilidad
✅ Convertirme en una persona que respetara y admirara
✅ Quería amarme y aceptarme
✅ Ser generosa con el mundo y regresarle un poco de lo que me han dado
✅ Tener un lugar en la mesa, que importara lo que tengo que decir
✅ Quería poder ser, pertenecer
No todas las razones son válidas para actuar.
Pero por mucho tiempo me sentí “no suficiente”.
Estaba harta de vivir en un GRIS, y peor que vivir así es convertirte por encajar en una sociedad que... mientras no incomodes, vas bien.
Por mucho tiempo me sentí menos que los demás, menos atractiva, insegura, la que le costaban más las cosas, la compañera de___, o la segunda a bordo.
No era permitido brillar, no era algo que yo me permitiera porque tampoco me sentía orgullosa de mi propia luz.
Aquí entre nos, ni la reconocía
Así que maté mi autenticidad, para pertenecer, para gustar, o para no molestar a los que tenía cerca
Me duele escribirte esto, pero me duele más si te identificas y sigues ahí
Inicié el mail diciéndote si no me hubiera atrevido…..
Tal vez estaría trabajando para alguien más, sin demasiadas ganas para levantarme todos los días, creyendo que algún día llegará mi momento
Quedado tras el telón ayudando a todos a crecer, menos a mí.
Pero teniendo claro que HOY no estoy lista… (eso se llama la resistencia que esconde un miedo)
Estaría viendo a todos cumpliendo sus sueños, haciendo lo que más aman, mientras estoy “bien”, sólo bien.
De lo que estoy segura,es que seguiría teniendo miedo.
Miedo de ser yo y mostrárselo al mundo, de ir por mis sueños, de ser yo la protagonista.
El día que me atreví, no tuve más remedio que seguir avanzando, sabía que ahora sólo me quedaba un viaje de 1,000 kilómetros, pero tenía que ver el primer paso.
Siempre hay que priorizar la dirección sobre la velocidad.
Y ese día, aunque no sabía qué iba a pasar, me sentí más tranquila, porque estaba segura que estaba dejando mi futuro en las mejores manos.
Y a pesar de que yo había tomado cada curso, diplomado, entrenamiento allá afuera, no me sentía preparada, no sabía cómo monetizar todo eso.
Me tomó tiempo preparar la estrategia que me llevó a estar donde estoy ahora, me tomó compromiso y disciplina.
Pero, sobre todo, me tomó mucho tiempo de reflexión, de pensar qué prefería: estar en un trabajo que, no era malo, pero no era lo que me apasionaba; o hacer lo que siempre soñé hacer, haciéndome crecer y conocer personas increíbles en el camino.
A mí nadie me dijo qué era lo que tenía que hacer, nunca me dieron una receta para hacer mi pastel. La fui probando con el tiempo, fracasando, sí.
Creo que son súper importantes los fracasos, o mejor llamados, aprendizajes con una dosis de dolor
Y es por eso que, con todo lo que fui aprendiendo, necesitaba enseñárselo al mundo.
A todas esas personas que han estado en la misma situación que yo.
Personas con unas ganas impresionantes, pero al mismo tiempo, con mucho miedo. Con muchísimo talento y potencial, pero explotándolo en los demás, no consigo mismos.
¡ATRÉVETE !